Luis Almagro instrumento de la
intervención
No quepa duda; Estados Unidos está orquestando la intervención a la
República Bolivariana de Venezuela desde la OEA. Una tuerca en ese engranaje es
el Secretario General de la OEA, el uruguayo Luis Almagro.
El 34 % de las emisiones electrónicas, del tristemente célebre personaje de
la OEA, han estado dirigidos a denostar, agredir, injuriar a Venezuela
Revolucionaria. ¿Pretende este pajarraco de mal agüero dar órdenes al Gobierno
Bolivariano?
Ese fantoche del imperialismo adopta
posturas, se arroga facultades que no le corresponden, están fuera de su jurisdicción y exceden la naturaleza del puesto para el que
fue nombrado.
En su forma y fondo, es un
funcionario meramente administrativo y no político por lo que sus declaraciones
no competentes, y una abierta ofensa a la integridad constitucional y la independencia de La
República Bolivariana de Venezuela.
El proceder de Almagro es inaceptable e injerencista ya que toma partido y
sienta un precedente para medidas intervencionistas, Almagro está metiendo las narices donde no tiene arte
ni parte.
La OAE pierde todo carácter de posible mediación, en la medida de que
pudiese hablar de esa figura, sin que se degenere en injerencia e
intervencionismo político, diplomático y la invasión de los marines yanquis. Se vislumbra una fáctica parcialidad con la oligarquía decrépita, frenética,
contrarrevolucionaria; que añora la Venezuela sórdida del punto fijo y del latrocinio.
Toda una intriga que va en detrimento de los derechos del pueblo
venezolano y su soberanía.
La Carta Democrática (2001) es inválida para ejercer actividades
mediadoras y en la solución de un conflicto político. Es una enunciación que se parece más a una
entelequia y sus artículos no tienen
dimensión punitiva sobre los Estados, se hace uso fraudulento de esa
inaplicable Carta.
Utilizar un informe espurio y el artículo 20 de la misma es un intento
fallido en el contexto político de la Venezuela en proceso de cambio,
independiente, con una democracia participativa y el decoro al tope. El
mercenario Luis Almagro erró el tiro.
No hay una quiebra del orden constitucional ni se obstaculiza la democracia
por la administración bolivariana, por el contrario, el gobierno chavista
desarrolla el poder popular.
Lo que existe es una desestabilización que atenta contra la constitución
bolivariana, y la tranquilidad del
pueblo venezolano, ejecutada por los
enemigos de la democracia y la libertad, desde afuera y desde adentro.
Nadie tiene que inmiscuirse en una
gestión gubernamental que protege el orden constitucional, una autoridad gubernamental legítimamente
instituida y soberana.
La Reunión del Consejo Permanente de la OEA emite una declaración este 01
de junio, que con todos los recovecos, dobleces, revueltas y afeites del texto,
es un triunfo y muestra capacidad de maniobra de la delegación venezolana, en
unión con las representaciones ALBA y gobiernos que se orientan en los
compromisos adquiridos en la CELAC.
En el ambiente de la OEA una palestra adversa a los pueblos se
mantiene un betún superficial con
tufillo a intervención, al entrometimiento político y diplomático
malicioso. La OEA dispositivo para
legitimar actos de fuerzas políticas y militares externas, particularmente,
herramienta diplomática de Washington y de
los sectores aristocráticos que cuestionan el proceso revolucionario
bolivariano con un discurso calumnioso, atentan contra la estabilidad
gubernamental y constitucional, y para
una invasión imperialista.
La diplomacia bolivariana logró un tratamiento equilibrado del planteamiento desde la perspectiva del orden democrático y
constitucional, que disolvió el resquebrajamiento del consenso en la OEA, sobre la
institucionalidad actual en la Venezuela chavista.
La presencia de los expresidentes Rodríguez Zapatero, Leonel Fernández y Martín Torrijos como mediadores, en nombre de
UNASUR, es aceptar la existencia de una
realidad conflictiva, lo cual no es un
pecado, porque la polarización es real; el problema es legitimar a la contra,
el golpe de Estado continuado, el desbarajuste que han creado, que despliegan y vulgarizan.
Algunos representantes, entre ellos, el canadiense gesticularon discursos
disparatados, con desafueros que son una
bofetada a la dignidad y una provocación al insistir en crisis humanitaria,
caos, niños muriendo por hambre y falta de medicamentos en las calles de
Caracas.
Crisis humanitaria hay en Colombia, Honduras y México donde campean las
señoras muerte, hambre, desapariciones, tumbas colectivas, impunidad,
violencia, guerra total, persecución, terrorismo de Estado, por sabanas,
carreteras y ciudades. ¿Acaso el gusano
Almagro en la OEA se inmuta por los crímenes y desapariciones diarias en esos
países?
Los únicos sediciosos y promotores de la violencia y el terrorismo, los
únicos que siembran caos y confusión, los únicos forajidos y asesinos, los
únicos que atentan contra la constitución bolivariana y la institucionalidad
legitima, los únicos que dinamitan los derechos humanos y las libertades, son
los elementos de la oligarquía (contra), las caducas castas políticas, partidos
políticos y grupúsculos de amotinados de
la llamada MUD (oposición-contra).
Los únicos que ponen en peligro un
gobierno legal, confirmado en elecciones y por una democracia participativa, es
la contrarrevolución conspirando en el lodazal de la hostilidad, el odio, el
contrabando, la fechoría, la corrupción, el acaparamiento, el fraude, el asalto
a los bienes del Estado, el enriquecimiento con la comida del pueblo.
Los mismos espantapájaros y lacayos
de los intereses neocoloniales que están haciendo cabildeo en la OEA para intensificar el injerencismo,
bajándose los pantalones y lamiéndole las
medias a los jerarcas de la Casa Blanca y del Pentágono, suplicando con cinismo
y oprobio la invasión de los marines con
sus fusiles, cañones, helicópteros, acorazados y aviones pavorosos.
Están rogando porque llueva metralla, muerte, dolor, oscurantismo y
barbarie en el silbido enloquecedor y la
pesadilla de las bombas, ojivas,
misiles, torpedos y granadas en nombre de plutocracia, del libre discurrir del
capital, de la libertad al individualismo, el consumismo, la ambición, las
drogas, la neurosis, la vida fácil, el
éxito a escarneciendo a los otros; que
ellos, los adoradores de las ganancias, el monopolio, la tacañería, de las
monedas, de la mercancía y la plusvalía, de los cajones de oro acumulados con
el sudor, la sangre, el despojo y la miseria, de las otras clases sociales,
evocan nostálgicamente, codician con furia
y aversión.
Claman porque la angustia y el
horror estrangulen al pueblo venezolano y
las mañanas de roció y los cielos azules se cubran con los estampidos aterradores y las
dentelladas mortíferas de los bombardeos lloviendo como una sentencia apocalíptica
sobre ciudades, montañas, valles, ríos,
parques, escuelas, hospitales, teatros, universidades y centros infantiles,
viviendas y fábricas, sembrados y selvas, cegando toda la vida a su paso
catastrófico.
Presagian sufrimiento y desastre al mejor estilo narrativo de Barack Obama
describiendo el bombardeo atómico a Hiroshima: “la muerte cayó del cielo y el mundo cambió”.
Macabro auspicio y futuro infausto que vaticina para el pueblo
venezolano ese rebaño de perturbados, como
Henry Ramos Allup (Presidente del Directorio de la Asamblea Nacional) que presenta a la OEA un informe de la situación del país sin
fuentes válidas, solicitando una “salvadora” invasión imperial, en
nombre del capitalismo y sus iniquidades, como peleles se arrodillan al imperialismo
y sus atrocidades.
Para urdir sus perversidades y maquinaciones para destruir la voluntad de
los pueblos y los afanes luminosos por la libertad, la felicidad colectiva y la
paz, aturden a otros mentecatos de la
horma de Luis Almagro un vasallo que le sirve a la metrópoli imperialista como
tenedor de llaves de la OEA; la oficina de intereses sobre el “Patio Trasero” según el catecismo de
Washington.
Oscar Barrantes Rodríguez
Círculo Bolivariano Yamileth López (CBYLO)
Centro Popular Costarricense de estudios Sociales (CPCES)
San José – Costa Rica
Junio 01 de 2016
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