jueves, 10 de julio de 2014

FÚTBOL: placer o corrupción

FÚTBOL: placer o corrupción
 
Hace unos días Diego Armando Maradona ha denunciado los juegos de sobornos y corruptela en el seno de la FIFA, como parte de la coreografía  para otorgarle la sede del mundial 2022 al Estado  de Qatar. (Dawlat Qatar)
También ha expresado que; “el futbol debe ser un placer no una actividad controlada  por la corrupción y los mercaderes”. Palabras más palabras menos. 
En tiempos de carnavales futboleros como son los mundiales de futbol, organizados y difundidos cada cuatro años por la FIFA; como una monstruosa   cruzada publicitaria y de  consumismo, atrapan en sus redes a las inmensas masas de todos los continentes.  
El “deporte más popular del mundo”, como es pregonado por periodistas deportivos, ejecutivos de las cámaras empresariales, propaganda oficialista y la publicidad de las corporaciones  relacionadas con los grandes negocios que les proporciona el monopolio del futbol; es una arrolladora avalancha  impactándolo todo en las sociedades actuales.
Más allá de las afinidades o pasiones por el futbol, las emociones de sus seguidores y seguidoras en todas las latitudes, de las habilidades y deseos de quienes lo practican, o quieren practicarlo; desde muy pequeñas edades, más allá de lo que significa como evento social y su desarrollo como una disciplina que concurre, como parte de la hermosa familia del deporte  universal. Y más allá de su aporte al crecimiento, formación, prosperidad y a una mayor calidad de vida de los seres humanos.    
Porque, desde una perspectiva social del deporte y del futbol, la promoción de su práctica es intrínseca  a la salud, específicamente a la prevención de enfermedades y  el mejoramiento de las condiciones físicas y mentales de las personas, desde muy tempranas edades.
Porque, es una disciplina colectiva de profundos atributos de belleza, magia, combinación, disciplina, iniciativa, coraje, fuerza atlética e inteligencia. La excelencia y el talento, el asombro y la cadencia   en los terrenos de juego. Los virajes repentinos los cambios de perfil, las aceleraciones y repliegues en el transcurso de los encuentros, la indescriptible conmoción del gol, el gozo de la victoria y el drama de la derrota, el   suspenso en los trepidantes momentos finales  de cada choque.      
Porque, en el deporte se edifica amistad, solidaridad, desarrollo, comunidad, hermandad, felicidad humana, se labran caminos de futuro, se contribuye con la vida, se forjan esperanzas, se le da una oportunidad a la paz.  El fútbol es una excelente posibilidad en esa perspectiva.
Pero, ese es el ideal y desgraciadamente no es la perspectiva cierta de hoy. El llamado futbol profesional  y los mundiales marchan por otros derroteros, muy distintos.
Al futbol lo han monopolizado, hoy en día el poder en el futbol se concentra y se centraliza, la clave está en el dominio del capital en la actividad del futbol.
Las corporaciones capitalistas transnacionales, a gran escala, mancomunadas con la FIFA, asociaciones y federaciones de diferentes países. Algunos Federaciones son potencias y otras débiles. Pero, los negocios han dominado el mundo del futbol profesional, en unos y otros.
Los talentos en el futbol  son prácticamente arrebatados, despojados de sus terruños; como las corporaciones se roban los cerebros de los países más pobres.
Igualmente los agentes de las corporaciones futbolísticas   buscan y  trafican “los diamantes en bruto”; valga la expresión,  por vías legales unas veces, por otras no tan legales también; y convenciendo, a padres y familias con el brillo de las monedas, extraen a adolescentes casi niños y jóvenes, los desarraigan, les niegan la bella etapa lúdica de la vida y los aglutinan  en sus centros experimentales, cual si fueran fábricas para pulir e insuflar valor agregado a una  especie de  materia prima.   
Se tendrá que realizar investigación sociológica e histórica profunda de un proceso de explotación de la fuerza de trabajo, concretamente en la empresa del futbol. Efectivamente de un tipo de trasiego de fuerza de trabajo, que con sus especificidades, es quizá un tipo de trata de personas, también. Y sin lugar a dudas una forma de pillaje.   
 Una de las características es que se trata de talentos, de muchachos con cualidades especiales, de joyas con valor competitivo en el mercado, el mercado del fútbol. Esa premisa es determinante a la hora de analizar el problema de la trata de futbolistas o de futuros diamantes futbolísticos. Se podría decir que es una condición distintiva de una fuerza de trabajo de privilegiados, y a la cual muchos quisieran ingresar.   
Situación de privilegio porque es una fuerza de trabajo pagada con salarios millonarios en dólares y euros.   Pero, al fin son condiciones de explotación, sin importar los derechos fundamentales como la formación integral de las personas, los principios sociales, la concepción del mundo, las ideas para afrontar    la realidad y el contexto de la sociedad.  Las corporaciones sólo tienen en los planes intereses y tasas de ganancia. El jugador de fútbol es una mercancía, que tiene valor para la empresa, en términos de un contrato comercial  y en tanto genere lucro, en proporciones razonables a la inversión y al costo-salario. 
Es el período juvenil de la vida, el de mayor fuerza física, con mejores posibilidades naturales para el despliegue de energías neurológicas y musculares, para el desarrollo de las potencialidades innatas. Es un ciclo relativamente corto y expuesto a infinidad de riesgos.   Es un asunto de rendimiento, cuando el jugador reduce las expectativas de utilidad se liquida, se negocia como cualquier mercancía devaluada.  Esa circunstancia fatídica puede suceder en el tiempo previsto o repentinamente.     
Se puede pensar distinto e intentar justificar de muchas formas el mercado del fútbol y las condiciones en que se desenvuelven los futbolistas, en ese mundo del llamado profesionalismo en el futbol. Algunos lo verán como una oportunidad. No obstante,  el futbol profesional premier en el mundo, se convierte en “un paraíso”  que alcanzarán muy pocos elegidos, no es nada que se parezca a la reivindicación de un derecho de la juventud mundial. Es la  pesca preciosa, en las aguas de las masas mundiales; la mayoría empobrecida, para desarrollar una poderosísima empresa capitalista, darle combustible a la máquina transnacional del moderno “circo romano”.      
Las estrellas del futbol mundial son los protagonistas, los nuevos explotados gladiadores mundiales, que trabajan para las “compañías circenses”;     esas instituciones monopólicas del futbol como el Club Barcelona, FC Bayern de Múnich, Manchester United,   Real Madrid; para nombrar sólo algunas emblemáticas.
 Con la FIFA como cuartel general  hacen clavos de oro y llenan sus cofres de monedas, en festín sin límites,  con las empresas transnacionales como la Coca Cola, Sam Sung, Fly Emirates,  Estrella Damm, La Caixa y Audi, Intel, Etisalat, Replay, Assistència Sanitária, Gatorade, Movistar, Allianz, EA Sports, Coca-Cola, Panasonic y Maurice Lacroix.  y Adidas,  Bwin, Mahou, Movistar, Audi, BBVA, Samsung, Sanitas, Nivea, Solan de Cabras y Campofrío, Qatar Airways y Nike Chevrolet, Deutsche Telekom, Standard, banco Chartered,  banco Hypo, Vereinsbank, Lufthansa,  industrias Paulaner, Castrol, VISA, Mcdonalds, Continental, Budweiser, Johnson y Johnson, Moi Park,  Yingli, Oi banda larga, Soni, Garoto, Apex Brasil, Liberty Seguros, Centauro, Itaú, Wise Up, Football For Hop, Hyunday, Kia Motors,  entre otras.
Una receta similar pero, en menor escala, la vemos en nuestro país con el monopolio que han implantado  El Saprissa y la LDA, con algún asomo del CS Herediano. Y con licencia de la Fedefútbol y la UNAFUT.
Comprar y vender derechos de formación y propiedad de “ficha” sobre niños, adolescentes y jóvenes, que luego son explotados también por otras entidades empresariales y mafias.
Al respecto, el connotado director técnico y estudioso del futbol Cesar Luis Menotti, describía como el capitalismo sangriento en el futbol.   Durante 70 años de mi vida he comprobado el desastre que ha hecho el capitalismo en todo lo que me rodea, incluido el futbol. Esta fachada del capitalismo sangriento se está instalando en el fútbol moderno.  El futbol se lo robaron a la gente. Como ha afirmado Menotti.
Otro factor que corrompe el negocio del fútbol es la inserción de las mafias del narcotráfico y del lavado de dólares. Hemos visto ejemplos en Costa Rica. La pobreza como un cáncer que ronda y carcome las instituciones históricas del deporte y del fútbol costarricense, ha llevado a las dirigencias de Asociaciones con historias inestimables, ha entregarse a capitales negros, irregulares, espurios,  y después al abismo de la ilegalidad, las investigaciones fiscales, la confiscación de bienes, el encarcelamiento de “inversionistas” y la desaparición.    
Está desapareciendo el futbol tradición, representativo de la identidad y la probidad, distintivo de procesos históricos que se han reconocido por abrir puertas de participación y oportunidades, autonomía, regionalización, democratización del deporte e institucionalización soberana. 
Se está dando un salto mortal al infierno cautivados por el brillo desconcertante del dinero. Es necesario buscar inversión y recursos para fortalecer el deporte y el fútbol, pero, no hundirse en el fangal de las redes  fraudulentas  y tirar lo logrado históricamente, y por muchas generaciones, al desfiladero. 
Es un crimen borrar la esperanza de niños y niñas, de comunidades y ciudades enteras con una decisión fácil por una chequera, y a la vuelta de la esquina desbarrancarse en una pesadilla de amenazas, cárcel, asesinatos, sanciones y querellas judiciales. Y, lo peor; la liquidación del equipo de fútbol, la eliminación de la franquicia deportiva, la destrucción de una Institución histórica.      
El Mundial de Fútbol se ha convertido en un monstruoso circo mundial, para entorpecer, alienar y embobar; enajenar  ideológicamente y doblegar al consumismo a miles de millones en el planeta.
Se informa que la FIFA va a repartir premios entre las Federaciones de los países clasificados al evento, por varios centenares de millones de dólares.
El Estado capitalista brasileño ha concedido demasiadas e intolerables violaciones de los derechos fundamentales de su pueblo y de la humanidad, a cambio del Mundial de fútbol con su plétora  de  negocios,  aturdimiento ideológico y   ventajas políticas para la oligarquía brasileña y fuerzas hegemónicas mundiales.
“Cada vez que se habla del Mundial de Fútbol, solo se piensa en la fiesta inaugural y en la majestuosidad de cada uno de sus estadios, pero no se había reparado en detalles como corrupción, sobrecostos, desalojos, violación a los derechos humanos, un alto grado de antipatía por parte de los brasileños, entre otros detalles.” (Melitza Solano/Agencias Internacionales.  http://www.panamaamerica.com.pa/mundo/brasil-2014-la-otra-cara-del-mundial)
Los concesionarios  de la construcción de Estadios, hoteles, centros comerciales, parqueos, pistas y las enormes obras de infraestructura, o el llamado “reordenamiento urbano” que ha requerido el evento,   acabaron las instalaciones sobre los cadáveres de docenas de trabajadores.
Las Fuerzas Armadas de Brasil hicieron limpieza en ciudades, playas, zonas periféricas y barrios. Una asepsia  de indigentes de todas las edades, incluidos niños y niñas,  que no tienen garantizado ninguno de sus derechos esenciales, inclusive el derecho a  la vida.
“Hace unos días diversos medios electrónicos e impresos dieron cuenta de la denuncia del periodista Mikkel Jensen, quien de forma cruda relató el homicidio masivo de niños de la calle en Brasil, a fin de “limpiar” las calles de algunas de ciudades y dar una buena impresión a los millones de turistas que arribarán en unas semanas a dicho país con motivo de la Copa Mundial de Futbol.”
“El exterminio de niños de la calle en Brasil lesiona a la humanidad entera”. (http://www.lajornadadeoriente.com.mx/2014/05/05/ninos-de-brasil-son-victimas-de-crimenes-de-lesa-humanidad/)
Barrieron con favelas completas a sangre y fuego en sus intentos por garantizar la realización del Mundial de Fútbol.
“Las obras son pensadas intencionalmente para construirse exactamente sobre los terrenos ocupados por barrios pobres y favelas. Una vez que los habitantes del lugar son desalojados, éstos no son reubicados en zonas cercanas como está previsto por la ley, sino que son expulsados a barrios alejados, hasta 60 kilómetros de distancia de sus hogares. Se trata de una clara limpieza social“, afirmó Larissa Araujo, vocera de Articulación Nacional para la Copa del Mundo.” (http://www.filos.mx/enterate/el-precio-que-pagan-en-las-favelas-por-el-mundial)
Unos 12 mil millones de dólares erogados por el Estado Brasileño para el Mundial, mientras millones en tierra Carioca, no cuentan con educación, salud, vivienda digna, tierra para producir, ni salarios mínimos.    
Por eso, amplios sectores populares organizados se han opuesto al mundial y han efectuado protestas y huelgas, antes y durante la realización del torneo mundialista.
“Brasil como anfitrión del mundial ha tenido manifestaciones multitudinarias incrementadas desde 2012 por organizaciones sociales como el “Movimiento de trabajadores sin techo (MTST)” que alberga la clase indígena y popular del país.
No es raro ver en noticieros, redes sociales y prensa del mundo el colapso en que está sumido el país de las garotas por el abandono en que se tiene a más de 50 millones de brasileros sin vivienda digna, falta de inversión en servicios públicos, educación, salud y transporte. Más de 5 mil profesores exigen mejoras educativas y salariales. La expropiación de inmuebles para la construcción de estadios que según la “Articulación nacional para la Copa del Mundo”, contabilizó más de 250.000 personas desalojadas, y “Amnistia Internacional” aseguró que fueron más de 38.000 casos en Rio De Janeiro [2]
Otro aspecto que mantiene el descontento es la acelerada invasión de tierras ancestrales indígenas otorgadas a grandes agricultores extranjeros y nacionales, además de la corrupción y gastos exagerados en la construcción de estadios, acceso de vías, aeropuertos y remodelación de los mismos. Incluso el paro de policía militar en San Pablo se dio por el recorte de 26.8 millones de dólares dedicados a programas y estrategias de seguridad.” (http://www.las2orillas.co/mundial-en-brasil-favelas-estadios-y-pobreza/)
El mismo Maradona ha denunciado el encarnizamiento del conflicto social en Brasil, en el marco del Torneo Mundial de Fútbol. Ha dicho en el programa “De Zurda” en  Telesur que comparte con el periodista Víctor Hugo Morales, que  la cruda realidad del pueblo pobre de Brasil “no se puede pasar por alto durante el Mundial.”   (https://www.google.com/?gws_rd=ssl#q=telesur+de+zurda&tbm=nws)
Decenas de miles de familias expulsadas de sus humildes hogares a punta de fusil, con vehículos blindados, soldados y paramilitares. Un terrorismo de Estado que se estampa en los rostros espantados de inocentes niños y niñas y en las lágrimas y el desaliento de sus madres y padres.  
Las escenas cotidianas en las ciudades sedes del Mundial,  pintan imágenes estremecedoras de niños y adolescentes agolpados en sumideros, o atormentados por el hambre y  el abatimiento, pidiendo un mendrugo de pan.
La otra cara muestra el mundo fantástico de la mundialización capitalista en el circo del mundial de fútbol.
La mundialización capitalista que es el mundo angustiado y asolado por el imperialismo global perpetrando guerras, urdiendo fórmulas de saqueo económico, desplegando intervenciones militares, espionaje, planes contrarrevolucionarios, conspiraciones, golpes de Estado y agresiones devastadoras contra Estados independientes. El planeta y los pueblos resistiendo al latrocinio, la miseria, la depredación y el exterminio provocado por los intereses  de la casta aristocrática que domina al mundo. 
El Mundial de fútbol es un circo a la medida de las corporaciones transnacionales y del eje imperialista mundial. El narcótico perfecto mientras continúa cometiendo sus fechorías en todas las latitudes de la tierra.
Mantener aletargadas  a las masas con los nuevos gladiadores, modernos cautivos de los príncipes actuales con el poder del dinero. Esa pléyade privilegiada de futbolistas  que sostienen entre los placeres de la opulencia,  del hiper consumo, de la fama; que elevan a la cúspide como héroes nacionales y al goce de la adulación,  al éxtasis  de la petulancia y a quienes embelesan con la gloria,  en todos los componentes del sistema mediático empresarial.      
Los mantienen mientras les sirvan en su cometido perverso,  produciendo ganancias  por una parte, y diseminando el opio del enajenamiento, del engaño, de un mundo ficticio, de valores ilusorios, del conformismo, del embotamiento, de la inmovilización, de la obediencia  de las masas, por otra.
Han globalizado el balón, el juego del fútbol, una toxina  para apaciguar conciencias, para anestesiar mentes, para domesticar pueblos.
El pueblo costarricense no escapa a la trampa del mundial del futbol. Por cada gol de la “Sele” en el mundial, las clases dominantes representadas por el gobierno de Luis Guillermo Solís, le marca un gol con medidas o decisiones antipopulares.
Mientras se desarrolla el mundial de fútbol se convocó la mesa para la discusión de los reajustes salariales, en los sectores privados y públicos. Tremendo golazo le están metiendo las cámaras patronales y el gobierno al pueblo trabajador.
¿Qué sectores sociales y grupos organizados están realmente preocupados por las propuestas de ajuste salarial presentadas por empresarios, sindicatos o gobierno? Los goles siguen entrando en el marco del pueblo.
Luis Guillermo Solís va a la fuente de la Hispanidad a celebrar con el pueblo arremolinado, embriagado, desbordado, embelesado por los triunfos de la “Sele”. Se muda con su camiseta de la “Sele”, levanta su puño y gesticula en medio del fandango estruendoso. En la otra cara de la moneda, se ejecutan orientaciones fiscales que implican mayores gravámenes y más sacrificio al pueblo. Y siguen entrando los goles en la puerta del pueblo.
Aumentan los precios de los productos básicos, se intensificarán los impuestos a los combustibles, se aceleran los trámites para concesionar la construcción de hidroeléctricas, se le abren más las esclusas al capital transnacional con su lastre de explotación  de nuestra fuerza de trabajo barata, multiplique el lucro y   saquee el país. Y el pueblo recoge una goleada.
El territorio nacional se acorrala con bases electrónicas de radares y bases navales, instaladas por la marina de los Estados Unidos, y donde ondea al lado de la bandera costarricense la bandera yanqui. El mal llamado TLC mantiene sus cadenas de esclavitud y lacera con sus grilletes la soberanía nacional. Las compañías fruteras de capital imperialista, principalmente en las plantaciones de piña, explotan de forma brutal la fuerza de trabajo y envenenan el entorno natural y  la población costarricense con agroquímicos.    Los goles continúan entrando.   
En la Asamblea legislativa lejos de promover una agenda que aborde los problemas fundamentales que humillan y aquejan al pueblo: Como el deterioro o supresión de los derechos fundamentales como la universalización de la salud, el estudio y la universalización del derecho a la educación, la tierra, el derecho a producir y la soberanía alimentaria; terminando con el latifundio,  a la vivienda decente, agua potable, al trabajo digno, a un salario mínimo real, a la recreación sana, a la cultura y al deporte; entre otros, se trenzan en debates politiqueros y pugnas baladíes.   Y la goleada al pueblo crece.
No han faltado las mociones y proyectos de correntada, como los referidos a la misma embriaguez del futbol del mundial, proponiendo declarar días nacionales del futbol, declarar héroes nacionales a los seleccionados de Brasil 2014, darle la nacionalidad a Jorge Luis Pinto, para mencionar algunos de los que han informado los medios de comunicación.  
No sabemos de otras turbaciones vacuas   de  labor legislativa, pagada con los recursos públicos que salen de los bolsillos del pueblo costarricense.  Lo que si sabemos es que en ese hemiciclo  parlamentario se cocinan designios  para favorecer al capital extranjero, para militarizar más al país, para continuar privatizando servicios fundamentales, drenando  el Estado y debilitando su inversión social, ofertar concesiones de obra pública para enriquecer a los grupos económicos poderosos del país.
En el Congreso de la República y el Poder Ejecutivo se preparan leyes y decretos para seguir mancillando a las comunidades indígenas y usurpando sus territorios ancestrales.  
Con el pasar de los minutos, las horas y los días al pueblo nos siguen goleando con un marcador apabullante.
 Así el derecho a la lucha por los derechos, la libertad de expresión real, la libertad de protesta se restringe y se vulnera. El latifundio y el acaparamiento de tierra por terratenientes nacionales y extranjeros se perpetúan, la flexibilización del derecho laboral se fortalece con el la reforma al Código Procesal Laboral,  y la clase trabajadora pierde sus derechos primordiales.    Las zonas costeras se hipotecan al capital y los derechos de los pobladores costeros siguen bajo amenaza. Comunidades enteras están bajo el peligro inminente  de perder el derecho a vivir con decoro, al trabajo, del acceso a la pesca y a los recursos para subsistir y a la tranquilidad comunitaria.  
Desde los curules y menos de los sillones de la Casa Presidencial aparece una señal que anuncie un Plan Nacional de Emergencia, o un boceto de transformación de la situación del país, que se encuentra en franca decadencia en líneas generales. Sin rumbo, desembocando los costos del Estado sobre el pueblo cada vez más vilipendiado y favoreciendo a las sociedades del capital. Un Estado desmantelado sistemáticamente con doctrinas salvajes de ganancia y capitalización, en beneficio de los plutócratas, una soberanía nacional cada vez más lánguida, a golpe de conceder ventajas a las corporaciones imperialistas y de someterse a los intereses de  Washington y la Unión Europea.    
Al pueblo se le confunde con el falso patriotismo de los goles y las victorias de la “Sele”. Pero, ese sentimiento es anodino y un simple saludo a la bandera; patrioterismo colonizado,  mientras el país, sea cada vez más un país agraviado  como una semicolonia por el TLC, violentado por el abuso de los capitales extranjeros, pisoteado con las bases militares de EE. UU., vejado por las políticas entreguistas de las clases gobernantes empotradas en el poder.
¿De que patriotismo estamos hablando, de que soberanía estamos hablando, de que orgullo nacional estamos hablando, de que dignidad estamos hablando cuando vemos a tanta gente exhibiendo y  portando  la bandera de Costa Rica; desbocada con  la locura   del mundial de futbol?  
La borrachera generalizada que se ha visto con el circo del mundial fútbol en nada contribuye a fortalecer el espíritu crítico de la realidad, a comprender el verdadero carácter de la soberanía, a enfocar con mesura y lucidez  los problemas que nos golpean  y se incrementan con el paso de las semanas. 
No nos dejemos golear por el capital, por la corrupción, por los explotadores, por la mentira, por los intereses neocoloniales, por la oligarquía, por la tiranía mediática, por la distracción ideológica, por los gobiernos demagogos, ni   por el circo global que, en las circunstancias de hoy implementan con el mundial de futbol.
  Levantemos la bandera con la cara al sol y luchemos por la defensa de la soberanía, luchemos por los derechos del pueblo, hermanémonos de verdad las clases humildes en muchedumbre beligerante, rebelde e inteligente por conquistar  la dignidad de nuestro pueblo. 
Oscar Barrantes Rodríguez
Círculo Bolivariano Yamileth López (CBYLO)
Centro Popular Costarricense de Estudios Sociales (CPCES)
San Ramón-Costa Rica
Julio 01 de 2014

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