Según el reporte de
Amnistía Internacional de 1994, Costa Rica fue incluída en la lista negra.
Violaciones masivas de derechos humanos
Por el asesinato de
dos personas durante una «operación» efectuada por el Comando Cobra, en la
provincia de Limón en febrero de 1992. Rolando Watson Sáenz y Julio Trejos
Obando, fueron asesinados a balazos, después de haber sido salvajemente
golpeados, por elementos de la Guardia de Asistencia Rural (GAR), durante una
operación antinarcóticos en la región indígena de Talamanca; a la vez que
violaron a dos mujeres indígenas una de ellas con apenas 15 años de edad.
Golpearon a una niña de 5 años para que su madre revelara algún dato sobre una
plantación de marihuana. No satisfechos con esto les derribaron y quemaron sus
casas.
Los entretelones de este caso, estan enmarcados en prácticas
de contrainsurgencia en las zonas rurales según Minor Macís, experimentado jefe del comando Cobra en acciones
antiterroristas; el cual al momento de la entrevista y gozando de la simpatía
de un sector afín a estas prácticas entre los televidentes, lo llamaban para
felicitarlo. Sus atestados profesionales le permitieron dar una cátedra de
pragmatismo militar, digno de las mejores escuelas del combate anti-subersivo,
por donde pasó.
Escuadrones de la muerte y autosecuestros o comandos especiales.
Con una muy amplia y
documentada información; basada en muchos años de experiencia académica y
profesional militar y notas de alta graduación en muchas materias de seguridad;
declaró sobre el terrorismo de estado, vía ministerio de seguridad y lo
hizo contundentemente, ante las cámaras de televisión en la entrevista que
realizara el comentarista de radio y televisión Esteban Gil Girón. El cual contempla acciones de película
con riezgo absoluto y real; como la de «El Comando de la Muerte», que secuestró
a los magistrados de la Corte Suprema mientras sesionaban. Por cierto que este
«comando», estaba integrado por agentes del Organismo de Investigación Judicial
(OIJ) y elementos relacionados con la seguridad del estado, según el
entrevistado. También incluye
autosecuestros de funcionarios públicos, como el caso del ex-ministro de
Seguridad Luis Fishman, según el propio entrevistado, con el propósito de
favorecer el crecimiento de los aparatos represivos y crear un clima propicio,
entre la población, para justificar la represión a sectores no gratos
ideológicamente; en la que según sus propias palabras, el propio ministro de
seguridad, aparecía como un coordinador activo.
Desde esta fecha, de acuerdo al reporte de Amnistía
Internacional, la violencia policial se ha incrementado.
Siete miembros del
Organismo de Investigación Judicial se vieron involucrados en la tortura y
asesinato del menor de edad William Malcolm Lee, perteneciente a una de las 200
bandas callejeras que operan en San José 17. Primero fue necesario matarlo con
un bate de beisból, dentro de la celda donde estaba detenido y rematarlo con
unos disparos por la espalda, para luego ir a lanzar su cuerpo a un precipicio
a orillas de la carretera del Cerro Zurquí; todo con el propósito de
«amedrentar» a los hijos de la miseria, para que desistan de su comportamiento
antisocial. Sin embargo, los jueces no vieron intención criminal en este hecho
y tomaron en cuenta sus hojas de servicio profesional, para darles una libertad
condicional.
No obstante con «una hoja de servicios limpia en derechos
humanos»; otros cuatro agentes del
citado Organismo de Investigación Judicial (OIJ), se vieron involucrados en
otro suceso, por haberle cortado la cabeza y las manos al campesino Ciro Monge
18.
Según el
representante de la Comisión de Derechos Humanos (CDH) William Vargas, en los
dos años anteriores, 22 asesinatos han sido realizados por el OIJ y otros
cuerpos policiales.
La agresión de las
autoridades contra los campesinos ha sido muy fuerte, afirma Amnistía
Internacional en su reporte de 1998.
Para 17 de Julio del
2000, la policía arremetió salvajemente con bala y garrotes contra miembros de
la sociedad civil, asesinando a Carlos Flete Corea , el que recibió un balazo
en la pierna y otro en la arteria. Tanto él como su madre y abuela eran
miembros de las comunidades bananeras, fronterizas con Panamá; en la región de
Sixaola; ambas debieron ser hospitalizadas debido a los ataques que sufrieron
de parte de la policía.
Otros diecisiete
trabajadores fueron leñateados irracionalmente y encarcelados. Lo peor según la
declaración del abogado de la Coordinadora de Sindicatos son las evasivas que
ha encontrado, para obtener información de parte de las autoridades. De acuerdo
con los vecinos y miembros del sindicato Sitrachiri, estos se encontraban en
grupo considerable y pacífico.
No habiendo otra alternativa para las comunidades ante el
engaño y el abandono a que son sometidos por los distintos gobiernos de turno.
Estas humildes comunidades salen a manifestar su inconformidad pacíficamente,
tratando de llamar la atención de los distintos representantes políticos en el
gobierno, el cual lejos de encontrar una
solución adecuada a sus justas demandas, les responde con bala, garrote y
cárcel 19.
Se describe, que en
los meses de julio y agosto, fueron golpeados en forma brutal, numerosos
núcleos de familia campesinos; sus casas, cultivos y pertenencias destrozados,
al ser desalojados ilegalmente por la policía bajo órdenes del Ministerio de
Seguridad Pública; y los guardias de seguridad armados; que no son otra cosa
que grupos paramilitares. En este operativo resultaron heridos, de bala, tres
campesinos; tales hechos se ubican en Sarapiquí, Provincia de Heredia 20.
Similares abusos, en
donde campesinos han sido heridos con armas de fuego por dichas unidades,
durante los desalojos han permanecido sin ser resueltas.
El caso del campesino
Jorge Fallas y su familia, vecinos de Agujas en Jiménez, los cuales fueron
atacados a balazos dentro de su propia casa, donde se encontraban dos niñas muy
pequeñas por elementos del Comando Sur de la Guardia de Asistencia Rural (GAR),
los cuales se prestaron al soborno de un terrateniente, con el propósito de
expulsarlos violentamente de su propiedad, para adueñarse por la fuerza de
ella. Al recibir las balas de M-16 del gobierno de la república, Jorge perdió
su pierna. Su padre y su hermano fueron severamente golpeados y encarcelados en
el mismo «operativo» 21.
Presos políticos:
Existen presos
políticos en el país de la
«democracia» y la persecución política; se realiza sin ningún escrúpulo contra
miembros del Partido Comunista o personas con ideas progresistas. Podemos
comprobarlo en el reporte de Amnistía Internacional refiriéndose a los casos de
Livia Cordero Gené, Bolivar Eduardo Diaz y Domingo Solís Solís, quienes
tuvieron que pasar en prisión, sin derecho a juicio previo, durante dos años y
seis meses debido a sus ideas de izquierda; otros doce que habían sido
detenidos junto con ellos fueron dejados en libertad en 1990.
El caso de Daniel
Vega Miranda ha sido el más reciente de los prisioneros a causa de sus
actividades políticas 22.
El asesinato de
Viviana Gallardo , la cual fue acribillada a tiros, en una celda por órdenes
expresas de autoridades superiores, quedó como siempre en la sombra del
misterio y de nada le sirvió al cabo Bolaños en su defensa; explicar las causas
del crimen que cometió. En otras palabras, se sigue la política del chivo
expiatorio.
Torturas
Los travesties, son
una minoría blanco de torturas, vejaciones, y tratos degradantes por parte de
los cuerpos policiacos. Jorge Enrique Vargas Gonzales fue arrestado en el mes
de mayo y bajo intimidación con un arma de fuego fue obligado a mantener sexo
oral con uno de sus captores.
Manuel Horacio
Guevara Albornoz al ser capturado por segunda vez fue obligado a desnudarse
mientras hacían mofa de él.
Además estas minorías
sufren ataques desde la iglesia católica, la cual es oficial del Estado y a
este coro de persecución se ha unido la voz del Presidente Miguel Angel
Rodriguez, desde las tribunas oficiales. Aunque miembros de la comunidad Gay,
han presentado diversos recursos jurídicos, en defensa de su orientación
sexual, ante los ataques discriminatorios; los representantes de la Iglesia,
han salido absueltos debido a la parcialidad de los funcionarios judiciales.
Sin embargo la
Iglesia no sólo se ha limitado al discurso, sinó que también ha organizado
marchas y cierres de carreteras para que representantes de los gays, no lleguen
a su destino; como ocurrió en Quepos, cuando amenazaron con acciones violentas
a los que asistiesen al Congreso Internacional Gay.
Creando situaciones
que han amenazado la vida de estas personas; por lo que tuvieron que suspender
el encuentro; ante la irracional política discriminatoria y la ignorancia
promovida con respecto al tema 23.
En las cárceles se
han dado casos de prisioneros torturados y asesinados. Infortunado ejemplo de
esto fue Randall Aguilera Chacón de 22 años, quien fue trasladado de una celda
a otra de mayor seguridad, bajo acusaciones de portar dos piedras de crack en
la boca; al día siguiente amaneció muerto y con señales de haber sido golpeado
24.
Según SITAGAH (una
importante agrupación sindical bananera), en un informe sobre la Finca Geest;
una transnacional de capital inglés que se asentó en el sector de Sarapiquí; decidió
arbitrariamente rebajar de manera considerable los salarios de los
trabajadores, en especial los de campo.
Obviamente los trabajadores como en cualquier parte del
mundo civilizado, se manifestaron en contra de este sablazo empresarial; por lo
que tuvo que acudir la guardia al llamado de la patronal, expoliadora de la
sangre y la riqueza de los bananeros. Como consecuencia de esta visita de uniformados del gobierno se produjo un
violento ataque contra cientos de trabajadores indefensos por parte de las
fuerzas gubernamentales y 40 trabajadores fueron encarcelados y demandados por
la transnacional bananera Geest; antes fueron rociados con gases y disparos; se
puso en peligro la vida de mujeres en estado de embarazo y la de sus niños los
cuales escaparon de morir a causa de las balas o de asfixia junto a sus madres,
en sus propias casas de habitación; 16 empleados bananeros fueron heridos de
bala, con armas de grueso calibre, de los cuales, al menos, cuatro de ellos
resultaron con daños irreversibles debido a la extrema gravedad de sus heridas;
y a los cuales el gobierno de Costa Rica les ha negado el ingreso al país para
ser atendidos clínicamente; aunque sus heridas fueron producidas por agentes
del gobierno costarricense. Esto hay que sumarlo a la xenofobia de los agentes
de la policía y el gobierno en contra de los nicaraguenses.
Casos de falsos positivos.
Ejemplo de esto es el
caso del extrabajador José Antonio Molina quien quedó completamente inutilizado
en sus funciones físicas. Otro caso es el de Juan Pablo Ramírez que fue
invalidado a causa de los proyectiles de bala, que recibió en su cuerpo. De
acuerdo a una declaración emitida por el Foro Emaús, una coalición de
organizaciones sociales que se reunieron para trabajar sobre diversos temas en
la región atlántica ; recoge en sus páginas la declaración de un testigo
presencial de nacionalidad nicaraguense; el cual responde al nombre de Carlos y
omite sus apellidos por razones lógicas de seguridad; él dice que gracias a una
iglesia que les ayudó, hubieran quedado presos o estarían muertos; hubo
deasparecidos que nadie sabe que se hicieron.
Tres dirigentes
populares campesinos han sido asesinados; uno de ellos, tomado como
desaparecido y descubierto su cuerpo, en una fosa común. Se trata de quien
respondiera en vida al nombre de Celso Garita; abril de 1994 Chapernal de
Puntarenas. Alvaro Monge Jiménez, asesinado el 26 de noviembre de 1995; en Los
Angeles de Río Jiménez Limón. Miguel Trejos Sandoval, 30 de diciembre,
asesinado, ese mismo año en Centrales 26 millas de Batán Limón.
La región de Pavones, en donde el conflicto, por la tenencia
de la tierra, que data de muchos años atrás
y en donde han muerto varios campesinos asesinados por bandas de
narcotraficantes; la lucha es frontal y sigue cobrando víctimas. El último
crimen se registró durante un fuego cruzado entre el norteamericano Max Dalton
y el campesino Alvaro Aguilar. Ambos murieron. Ocurrió el 13 de noviembre de
1997.
Casos de nicaraguenses
asesinados y desaparecidos, cuyos cuerpos fueron encontrados en una fosa común
a orillas del cerro Zurquí fueron Juan José Urbina Urbina, Felix Rodríguez
García y Mauricio Guzmán Martínez.
No han sido
encontrados los restos, ni tan siquiera un rastro que los guíe hasta el
paradero de los nicaraguenses: Bienvenido Loaciga Suarez, Oscar Raul Urroz
Rojas, Mario Leoncio Lira Alegría y Carlos Enrique Paniagua 25. Sumando a esto
las misteriosas muertes de más de quince personas sin resolver; «El Psicópata»,
continúa en la impunidad; y el cual se caracteriza en las regiones donde ha
actuado, por sus conocimientos militares, según algunos expertos
investigadores.
Por otra parte están, las muertes sin explicación de los
cuatro miembros de la Asociación Ecológica Costarricense (AECO). Uno de ellos
acribillado a tiros; cuando trataba de cruzar una calle, en la capital. Esto
ocurrió, pocos días después a la muerte simultánea de los tres primeros, en su
propia casa de habitación.
Seguiría una larga
lista de hechos probados; y bastante innumerables los que nunca han sido
reportados, por temor de los mismos perjudicados o de sus familiares a las
represalias que suelen tomarse.
No hay comentarios:
Publicar un comentario